jueves, 2 de julio de 2015
Desayuna como rey, almuerza como príncipe y cena como mendigo
Perder peso no solo se trata de qué comes sino de cuándo lo comes, según un nuevo estudio. Los participantes que consumieron una comida más grande más tarde en el día perdieron menos peso que quienes comieron más temprano.
Los autores del estudio, Martha Garaulet y el médico Frank Scheer, director del programa de cronobiología médica en el Hospital Brigham and Women’s en Boston, Estados Unidos, estudiaron a 420 personas en España durante un programa de tratamiento de pérdida de peso con duración de 20 semanas.
Los participantes fueron divididos en dos grupos; los que comían más temprano y almorzaban antes de las 15:00 horas, y los que comían más tarde y almorzaban después de ese horario. En España, el almuerzo es la comida más grande del día, y comprende aproximadamente el 40% de las calorías diarias de una persona.
En promedio, las personas que comían más temprano perdieron 25% más peso que quienes comían más tarde en el transcurso del estudio, de acuerdo con Scheer.
Los autores del estudio no encontraron diferencias en la pérdida de peso de los grupos basándose en la hora del desayuno y la cena. También observaron el gasto energético, composición de la dieta, hormonas del apetito y duración del sueño. Esos factores fueron similares en ambos grupos, lo que llevó a los autores a concluir que el momento de la comida más grande es el origen de la lenta pérdida de peso.